Esta película es el TERROR, así, con mayúsculas. James Wan consigue instalarnos en él de una de las formas más efectivas jamás vistas en la gran pantalla. El director destaca por su honestidad a la hora de crear esos instantes que nos dejarán pegados a la butaca. El formato panorámico es aprovechado de forma soberbia y, habiendo golpes de efecto, no recurre en ningún momento a los engaños que tanto han depauperado el género de terror. Los actores Patrick Wilson y Vera Farmiga lo bordan en su papel del matrimonio Warren al igual que Frances O'Connor en su rol de sufrida madre que asistirá impotente a las perturbaciones que se desatan en su casa. Una secuela que está al nivel de la magistral primera entrega de la saga. |