Estamos ante la que probablemente sea la mejor entrega de la saga, solo por detrás de la original. La película recupera el espíritu aventurero que se había perdido en anteriores entregas y, si existe algún pequeño fallo de guión, todo es en aras de maximizar la diversión del espectador. El personaje de Jack Sparrow nos regala algunos momentos francamente divertidos y también ayuda que dos nuevos personajes recuperen la dinámica que había entre los roles de Orlando Bloom y Keira Knightley en la primera entrega. Por su parte, Javier Bardem intenta jugar a lo mismo que Depp - acercarse al ridículo sin caer en él - y consigue equilibrar la necesidad de ser temible con la de los excesos caricaturescos del personaje. Por cierto, Paul McCartney hace un cameo muy divertido. Una divertida aventura que recupera lo mejor de la saga. |