Cuarta película de Ben Affleck como director y guionista, y de nuevo basada en una novela de Dennis Lehane. Sin ser su mejor filme sí podemos decir que es destacable. Y es que la complicada vida de un ladrón de medio pelo sirve como excusa para hacer un repado al mundo del crimen organizado useño. Sin embargo el querer trasladar a la pantalla demasiadas udeas y hechos acaba lastrando el filme, demasiado frenético, y quizá Affleck carece del carisma necesario para crear un gran personaje de cine negro. Dentro del buen nivel de actruaciones hay que destacar a Elle Fanning en su papel de niña descarriada en el submundo del porno clandestino. Diseño de vestuario, ambientación, producción y fotografía son también estupendos. A destacar las excelentes escenas de acción cuyo clímax se alcanza en un memorable tiroteo en un hotel.