Rocky Balboa, el campeón del mundo de los pesos pesados, es ahora un buen amigo de su antiguo rival Apollo Creed. Creed resulta muerto tras recibir una brutal paliza en un combate de exhibición a manos del gigantón boxeador soviético Iván Drago. Rocky se tomará el asunto como algo personal e intentará vengar a su amigo.
Se enfrenta al desafío final. Y luchando por su vida.
Aunque esta poco concisa y sombría secuela puede minar la credibilidad de la franquicia, no se puede negar la satisfacción de ver una batalla final como la que aquí se representa
El argumento es insuficiente para sostener una película con una duración de 91 minutos (...) No obstante, la pelea entre Rocky y Drago es una de las más efectivas de la franquicia
Una película tan predecible que verla es como ver una de esas series de televisión en la que los personajes nunca cambian, y que protagonizan una y otra vez las mismas situaciones