Ji-geum-eun-mat-go-geu-ddae-neun-teul-li-da

Curiosa película dividida en dos actos, curiosamente en el segundo acto volvemos a ver los títulos de crédito como si la misma película empezase otra vez con los mismos personajes, el mismo comienzo y la misma historia... Sin embargo ambos actos no son del todo idénticos: los cambios son sutiles pero de vital importancia. La película constituye una lúcida reflexión sobre las relaciones humanas a través de una historia sencilla con algunos toques de humor. Rodada con cámara digital, Hong Sang-Soo hace un curioso uso alterno entre el plano fijo y el zoom. Excelente narración, tanto a nivel de guión como en el plano visual.