Eat Your Catfish
Kathryn, neoyorquina, padece la mortal enfermedad ELA y está completamente paralizada. Solo puede comunicarse señalando letras con los ojos en un teclado especial y necesita cuidados las 24 horas del día. Es una situación horrible que Kathryn describe de forma incisiva y pragmática. La única razón por la que aún no ha pedido que le retiren el soporte vital, dice, es que no está preparada para despedirse de sus hijos. Quiere al menos vivir el día de la boda de su hija Minou.