Mihkel
Mihkel aborda un ferry desde su pequeña ciudad en Estonia hasta San Petersburgo en Rusia, de camino a Islandia, donde quiere hacer una nueva vida para él y su prometida, Vera. Su amigo Igor, que emigró a Islandia unos años antes, convence a Mihkel de contrabandear dos botellas de anfetamina líquida y luego exigir el pago a un sacerdote estonio, que es socio comercial de Igor en San Petersburgo. Luego, el sacerdote debe instalarlo en su nuevo hogar y traer a Vera para que se una a él. En lugar de cobrar, lo obligan a tragar setenta cápsulas de droga para llevarlas a Islandia. Llega a Islandia y es recogido por Igor y sus dos cómplices islandeses, Jóhann y Bóbó. Sin embargo, en los dos días siguientes queda claro que algo anda mal y Mihkel no puede pasar los medicamentos. Los criminales islandeses se ponen muy nerviosos y se produce una actividad cada vez más frenética a medida que la situación se vuelve más grave.