Una ballena
Cuando Ingrid aprieta el gatillo, sus víctimas no saben quién les ha disparado. Su habilidad para infiltrarse y desaparecer sin dejar rastro la convierte en una asesina a sueldo implacable. Pero ese poder viene de otro mundo. Ingrid recibe el encargo de Melville para eliminar a un poderoso hombre de negocios que ha llegado a la ciudad y quiere hacerse con el control del puerto. El empresario vive atrincherado en un edificio repleto de vigilantes y guardaespaldas armados. Matarlo es un trabajo que sólo Ingrid puede hacer.