Rob Wiethoff

16 calles
El detective de la policía de Nueva York, Jack Mosley, recibe por la mañana una misión en apariencia sencilla: el delincuente Eddie Bunker está citado para testificar ante el gran jurado a las 10 y debe ser traladado de la celda al juzgado, a 16 calles de distancia. Jack, que tiene serios problemas con el alcohol, mete a Eddie en el asiento trasero de su coche y se dispone a atravesar Nueva York en hora punta de la mañana, pero no percibe que les sigue una furgoneta. Tras parar en una tienda de licores para comprar el desayuno, intentan matar a Eddie pero el detective Jack aparece a tiempo de evitarlo y acaba con uno de los dos asaltantes, mientras el otro consigue huir. Tras pedir refuerzos, los primeros en aparecer son el detective de homicidios Frank Nugent y su equipo. Eddie se queda muerto de miedo: uno de los hombres de Nugent es el hombre contra el que debe testificar.