Paysage Ordinaire
“Cuatro filas no alineadas, 37 caras vueltas hacia la lente de la cámara. En otoño de 1958, una familia de campesinos bretones vestidos con sus mejores galas dominicales se reunió alrededor del mayor. Vestida elegantemente para la foto. Una vida modesta ganada honestamente con un trabajo laborioso”. Esto es lo que proclama el narrador al inicio de la película, llevándonos a ver las cosas a través de sus ojos. La foto, tomada con motivo de las bodas de oro de los abuelos del director, es el catalizador de Ordinary Landscape y el símbolo de una forma de vida que ya no existe.