James Bond está fuera de la red. Han pasado algunos años y M (Ralph Fiennes) y sus compañeros del MI6 lo dan por muerto, disfrutando de una existencia más tranquila en Jamaica, hasta que su amigo Felix (Jeffrey Wright) se acerca a él con una nueva misión: capturar a un científico enloquecido (David Dencik), que resulta estar armado con la tecnología más peligrosa y que puede alterar la vida de las personas, y que no puede caer en manos equivocadas. A medida que Bond se adentra de nuevo en el mundo del espionaje violento, se da cuenta de que no todo es lo que parece.
En ‘Sin tiempo para morir’, el director Cary Joji Fukunaga ha conseguido capturar la esencia de Bond al tiempo que ha conseguido actualizar el personaje a los tiempos actuales. Y es que ‘Sin tiempo para morir’ se siente distinta a otras películas históricas de la franquicia, y sin embargo consigue mantener la identidad que tanto nos gusta a los fans - Incluso tiene tiempo para homenajear a algunas de las primeras películas de Bond -.
Sin embargo, no tiene ningún momento icónico en cuanto a escenas de acción, ese tipo de escena que se te queda grabada en la retina y te hace recordar la película mucho tiempo después de haberla visto. El director ha centrado el esfuerzo en la caracterización de los personajes, pero teniendo en cuenta lo que Tom Cruise viene haciendo últimamente en Misión Imposible, e incluso lo que Vin Diesel está haciendo con cada película de Fast & Furious, aquí quizá le falte un poco de ambición a la película.
Aunque la duración de la película es claramente excesiva y hace que se pierda parte de la fuerza dramática, el reparto es uno de los puntos fuertes del filme: Daniel Craig realiza su interpretación más lograda de James Bond, reservando lo mejor para el final, mientras que el reparto secundario cumple con creces, especialmente en lo que concierne al apartado femenino, ya que Lashana Lynch se desenvuelve con soltura en su papel de nueva agente 00, papel que será interesante ver cómo se desarrolla en futuras películas. Léa Seydoux, lo mismo que su partenaire, realiza una interpretación digna de mención, aportando profundidad y drama a su personaje, mientras que Ana de Armas destaca en su breve intervención como Paloma, robando todas las escenas en las que aparece. Una pena que no le hayan dado más cancha.
Sin embargo, a pesar del excelente nivel al que brilla el reparto, éste tiene su punto más débil en el villano, que siempre es un punto importante en las películas de Bond - ahí tenemos sin ir más lejos a Javier Bardem, que mejoraba la película en todas las escenas en las que aparecía - pero aquí el personaje de Lyutsifer Safin interpretado por Rami Malek no está bien perfilado: su motivación resulta confusa y no resulta demasiado intimidante.
Valoración: 8 ★★★★☆
| En suma, estamos ante una digna despedida para Daniel Craig, que abandona la franquicia con estilo, demostrando que fue una elección acertada para el papel. Sin embargo el tiempo pasa y aunque la edad del actor beneficia a esta versión más falible de Bond que vemos en la película, parece el momento adecuado para pasar el testigo a otra persona. |
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