Buenos Aires, 1971. Con tan solo 17 años, Carlitos descubre que su verdadera vocación era ser ladrón. Todo comienza cuando conoce a Ramón, por quien se siente rápidamente atraído. Juntos comienzan una historia de descubrimiento, amor y crimen. Matar se vuelve una consecuencia, un eslabón de una cadena irrefrenable, hasta que Carlitos es atrapado por la policía. Por su aspecto angelical, la prensa lo apoda "El Ángel de la Muerte", convirtiéndose pronto en un personaje mediático. Se le adjudican más de cuarenta robos y once asesinatos. Hoy, con mas de 45 años en la cárcel, Carlos Robledo Puch es el preso más antiguo de la historia penal argentina.
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