El dueño del café, Paul Perlacher, es un verdadero cerdo: no sólo su hija y su hermana Trude se avergüenzan constantemente por su comportamiento repugnante, sino que sus inquilinos están sujetos a todos los trucos legales posibles para lograr que se muden. Sin embargo, Amalie Hartning es una mujer testaruda y sabe cuidarse bien cuando se trata de su tiránico casero. ¡Si eso no fuera suficiente para Paul, su hija se fue y se enamoró del sobrino de este dolor en el trasero! Y cuando los tribunales ordenan a Paul ir a prisión, eso realmente es el colmo.
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