Crítica de 'Resident Evil'

¿De qué trata?

Netflix continúa con su búsqueda incansable de nuevas franquicias y ahora parece haberle tocado el turno a la saga 'Resident Evil'. Si bien hace un año ya tuvimos ocasión de ver el primer producto creado para la plataforma con 'Resident Evil: Oscuridad infinita', un anime que no destacó por nada especial, ahora por fin nos llega un segundo intento con esta serie de imagen real.

La serie tiene lugar en dos planos temporales diferentes. Por un lado tenemos a dos jóvenes en 2022 que se trasladan a una ciudad de Sudáfrica, New Raccoon City, en donde está ubicada la base de la Corporación Umbrella, que ahora está dirigida por Evelyn Marcus, la hija del doctor James Marcus. Aquí es donde aparece Albert Wesker que, de forma un tanto inesperada, no funciona como el antagonista de la función, sino como un aliado que modera las ambiciones de Evelyn, empeñado en buscar una cura para el apocalíptico Virus-T y en proteger a sus hijas mellizas Billie y Jade.

A tres meses de que se produzca el apocalipsis zombi en el "desastre de Tijuana", este es el momento en el que se desencadenan todos los eventos que conducen hacia él. El virus-T forma parte de un compuesto denominado 'Alegría' que es una especie de droga para el control mental de la población con la que la corporación Umbrella espera conseguir grandes beneficios financieros.

Mientras, en el plano temporal de 2036, una adulta Jade Wesker forma parte de un programa de investigación en un barco que es un reducto de la ciencia y la cultura. En él viajan también su hija Bea, su pareja Arjun y su mejor amiga Amrita. El objetivo es buscar una cura que termine con los rapidísimos mutantes sedientos de sangre y las enormes criaturas modificadas genéticamente que asolan el planeta.

Para aquellos que esperen una producción fiel a la mitología de la saga cinematográfica y de los videojuegos, van a llevarse una decepción. Existen variaciones en algunas cosas y elementos nuevos en la mitología para ajustarse a las necesidades de la serie, algo que en sí no es malo pero que, con los ingredientes usados no consiguen hacerlo apasionante.

El enfoque de los dos planos temporales varía de forma considerable: mientras que en el pasado tenemos la tensión y los toques salvajes que uno esperaría en esta saga, en el presente todo nos resulta bastante plano y la trama nos parece bastante estirada para lo que se nos quiere contar. Parece que los guionistas quieren potenciar el misterio en torno al desastre que desencadenó el apocalipsis pero estiran tanto la trama que puede llegar a desesperar al televidente.

Personajes

Dirección

Rob Seidenglanz no consigue dotar de un ritmo consistente a la trama, especialmente en el plano temporal del presente, donde estira el chicle demasiado, provocando el sopor del espectador. El tratamiento de los villanos de la función tampoco es el más inspirado.

¿Merece la pena verla?

Otra serie de Netflix (y van...) que no arriesga lo más mínimo y que resulta lastrada por su indefinición: ni opta por respetar toda la mitología de la saga ni tampoco por la opción contraria para explorar nuevas posibilidades creativas. Hacia la mitad de los episodios hay algunos momentos de pura ciencia ficción que son lo más interesante de la serie. Sin embargo pronto se regresa al previsible drama adolescente y a la conspiración de Umbrella para acabar con un final abierto lleno de incongruencias.

Lo mejor

Lance Reddick eleva el nivel de la serie cada vez que interviene en el papel de Albert Wesker (memorable la escena en la que defiende a una de sus hijas).

Los monstruosos bichos gigantes son sin duda lo mejor de la función.

Lo peor

Los villanos son bastante lamentables.

La falta de fidelidad con los videojuegos para aquellos fans que lo valoren.

La serie no consigue infundir miedo en el espectador en ningún momento, algo que debería haber sido el punto de partida de los guionistas y el realizador.

Nota