Dracula

¡Menuda vuelta de tuerca le ha dado Radu Jude a Drácula! Nada de capas y castillos góticos, esto es un estudio profundo sobre el poder, la inmortalidad y la burocracia en el futuro. Es densa, sí, y hay momentos en los que te sientes más en un ensayo que en una película de vampiros, pero las reflexiones que plantea son brutales. No es para todos, pero si buscas algo que te haga pensar, es un 10.

Esperaba una película de Drácula, ya sabes, sangre, miedo, colmillos... y me encontré con... ¿un debate filosófico futurista sobre el totalitarismo? A ver, entiendo la propuesta artística de Jude, pero no era lo que buscaba en absoluto. La película es inteligentísima, no lo dudo, pero como entretenimiento de vampiros, un suspenso. Me aburrí un poco, para qué engañarnos.

Bueno, esto fue... diferente. Radu Jude siempre sorprende, y esta 'Drácula 2025' no es la excepción. El concepto de un Drácula adaptado a un futuro distópico controlado por la tecnología es fascinante, aunque la ejecución es muy cerebral. No hay sustos, pero sí una atmósfera inquietante muy bien lograda. Algunas escenas son larguísimas, pero si entras en el juego, te recompensa. Es un experimento valiente.