René está sentado en su auto conduciendo por su monótona realidad. De repente tiene que estornudar. Hace una pausa y escucha. Después de unos momentos de tranquilidad, murmura: “Dios te bendiga”. Luego se acerca a la cámara y continúa: “Soy un grito sin eco”. La película es la tragicomedia de un hombre que busca su eco, la salida a su soledad. Todos los caminos están bloqueados y su búsqueda se convierte cada vez más en una odisea. Evadiendo su propia locura y escapando por poco de la muerte, poco a poco se da cuenta de que la búsqueda sólo puede terminar en uno mismo.
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