Andy Panda y su perro Balmer plantan un jardín de la victoria, mientras un molesto gallo se come sus plantas. Andy quiere plantar un nuevo jardín con la ayuda de su perro. Desafortunadamente, todo les sale mal a ambos. Andy descubre que el suelo es duro como una piedra y no puede cavar; tiene que usar un taladro. El perro persigue un gusano y se queda atrapado en un rastrillo. El gusano lo golpea y lo lleva a una alegre persecución a través de una manguera de jardín, convirtiéndolo en una serpiente que lanza agua al pobre perro en la cara. Mientras tanto, las semillas de Andy son aspiradas por un gallo, al que ataca con una hoz. El gallo se posa sobre el perro. La batalla se libra con todo amontonado. El jardín está arruinado... ¿o no? El fertilizante de supercultivo está haciendo maravillas.
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