Mr. Holmes es un nuevo giro al detective más famoso del mundo. En 1947, un envejecido Sherlock Holmes regresa de un viaje a Japón, donde, en busca de una rara planta con potentes cualidades reconstituyentes, ha sido testigo de la devastación de la guerra nuclear. Ahora, en su distante casa de campo junto al mar, Holmes se enfrenta el final de sus días cuidando sus abejas, con la única compañía de su ama de llaves y su pequeño hijo, Roger. Mientras hace frente al decrecimiento de su mente, Holmes llega a confiar en el chico mientras él revisita las circunstancias del caso sin resolver que lo obligó a retirarse, y busca respuestas a los misterios de la vida y el amor – antes de que sea demasiado tarde.
Puede que Sherlock Holmes nunca haya existido realmente, pero 'Mr.Holmes' lo humaniza hasta tal grado, que sales del cine prácticamente convencido de haber visto un biopic
Bill Condon, que ya funcionó de forma soberbia con McKellen en la premiada 'Gods and Monsters', nos trae un apasionante estudio de personajes sobre un nada amable león en invierno
Un trabajo elegante, aunque de poco peso, emocionante e intrigante por partes, pero entorpecido estructuralmente por dos líneas separadas de flashbacks
Lo mejor la interpretación de Ian Mckellen (Holmes), es una película que nos muestra al detective de una manera más humana, lo extraño de la película es que no aparece Watson!
La película, basada en una novela de Mitch Cullin, transcurre en tres espacios temporales distintos, la actualidad con un Sherlock muy mayor que no consigue aceptar su decadencia física e intelectual, un pasado reciente en el que Holmes visita Japón y la investigación del caso que le llevó a dejar de ejercer como detective. Si bien estas tres vertienrtes podrían haber dado mucho juego, lo cierto es que el director se muestra incapaz de profundizar de verdad en ninguna de ellas. Hay cosas interesantes –a Sherlock no le gusta la imagen que dio Watson de él en sus obras- sobre las que se pasa de puntillas. Entre los aciertos hay que destacar la idea de recuperar a Nicholas Rowe - protagonista de la estupenda 'El secreto de la pirámide'- para dar vida a un Sherlock Holmes que el protagonista va a ver al cine. Sin embargo, y pese a lo fallido de la propuesta, la cinta merece ya la pena sólo por la magistral interpretación de Ian McKellen, a la altura de los mejores Sherlocks de la historia del cine. El veterano actor utiliza una amplia variedad de registros sin abandonar las líneas maestras del mítico personaje, optando por humanizarlo de una forma muy sutil. Una película que no triunfa en su intento de dar un giro al mito de Sherlock Holmes pero que alcanza gran entidad gracias al maravilloso trabajo de Ian McKellen.