¿Qué sucedió en el programa de ayer? ¿Hubo algún flechazo inesperado? ¿O tal vez alguna cita no funcionó como esperaban? ¡Sigue leyendo para conocer todos los detalles!"
Carlos y Laura
Carlos es profesional de la nieve, estudio Ciencias del Deporte y lleva 8 años dedicado al esquí alpino por todo el mundo. En el amor, sus constantes viajes se lo han puesto un poco complicado y lleva mucho tiempo solo. Está buscando a una chica que entienda que su vida tiene muchos viajes y mucho cambio. Laura, su cita, asegura que nunca ha tenido una relación estable porque ha viajado mucho y sentía que no estaba preparada. Ella ha sido honesta y nos ha confesado que la primera impresión no ha sido buena “no es mi prototipo”.
Ya degustando el primer plató, Carlos le ha contado a Laura que se había cansado de vivir la vida loca y que estaba buscando una pareja estable con la que compartir momento. Además, le ha dicho que busca a alguien que entienda que por su trabajo tiene que viajar mucho y que le encantan las aventuras y sentir cosas nuevas. Ella le ha escuchado encantada porque también busca algo serio, estaría feliz de poderle acompañar en sus viajes y también es muy aventurera.
Los solteros no han parado de descubrir cosas en común. Respecto a lo que buscan en una relación los dos han estado de acuerdo en que necesitan que su pareja sea una persona segura, que tenga su espacio y en el caso de ella, le gusta no tener dependencia emocional y que la presuman, que su pareja está orgullosa de ella. Laura se ha saltado todas las citas previas y ha metido la quinta marcha. Necesitaba saber qué pensaba Carlos del tema hijos y si quería casarse. Él le ha explicado que los hijos no los descarta en un futuro lejano y que no ve imprescindible una boda, pero que si fuera necesario se casaría.
Ella ha alucinado porque pensaban igual eso sí, le ha confesado que igual a un anillo de compromiso no le decía que no. Él estaba encantado porque es muy difícil encontrar a alguien con quien compartir tantísimas cosas y estaba convencido de que iban a volver a verse. Sin embargo, Laura ha sido sincera y le ha dicho que al verle ha sentido que físicamente no era su prototipo y que más que amigos no podían ser.
Jordi y Cristian
Jordi se ha presentado como un tipo simpático, alegre, extrovertido, abierto, amable y con buena energía. Tiene muchas ganas de volver a enamorarse y volver a sentir las mariposas en el estómago “tener una ilusión”. Está buscando a una persona extrovertida y echada para delante. Cristian, su cita, se define como un tipo patoso, divertido, con mal carácter, pero muy buen cocinero. Sexualmente no tiene un roll defino porque cree que eso es algo aburrido y hay que probar un poquito de todo, pero personalmente tiene claro que “solo pongo el culo por amor, sino hay amor no hay culo”.
Al saber que había estudiado cocina y que era experto en postres, Jordi ha sentido que había encontrado a su hombre ideal. Cristian le ha contado que había vuelto al gimnasio, pero que no era un amante del deporte porque era bastante “patosillo”, que no quiere decir que sea torpe. Eso sí, es un tipo muy competitivo y ha descubierto que Jordi también lo era “tengo mucho carácter, me sale la vena Patiño y me tiembla el ojo”. Algo que su cita ha visto como divertido de conseguir sacándole un poquito de sus casillas.
Cristian se lo ha puesto difícil a Jordi para desvelarle su edad, pero los dos han entrado en un divertido juego de preguntas y respuestas. Ya jugando al Rasca del Amor, se han enfrentado a la pregunta de “¿Cuál es tu fantasía sexual?” y a Jordi se le ha bajado la libido a los pies al saber que a su cita le gustaría “follar vestido de unicornio”. Lo del unicornio le ha matado, pero a Cristian le parece algo divertidísimo que no tiene por qué dar morbo “se pueden hacer muchas cosas con el cuerno”.
Los solteros han decidido terminar su cita en el fotomatón y al mirarse a los ojos durante diez segundos, han tenido claro que entre ellos había surgido algo y que habían estado muy bien juntos. Los dos han dicho que sí querían tener una segunda cita, Cristian cree que tienen que hacer realidad su fantasía sexual del unicornio y Jordi le ha dicho que lo iba a tener muy muy complicado “¿Qué apostamos? Soy comercial”.
Alba y Nikos
Nikos es un ingeniero que ha heredado un imperio que sus abuelos consiguieron haciendo quesos en Grecia y que un día se cansó de estar rodeado de gente sin alma y quiso recorrer el mundo en un circo que viaja en velero. Alba, su cita, se ha presentado como una mujer a la que la montaña la cura y nada más verla, Nikos se ha lanzado a darle un fortísimo abrazo.
La soltera ha querido saber qué hacía su cita y él le ha contado que estaba estudiando teatro, pero que el último año se lo había pasado viajando. Eso sí, le ha confesado ya se le habían quitado las ganas de recorrer el mundo porque había vivido algo muy loco. Nikos estudio ingeniería, pero asegura “me limpio el culo con el título”. El soltero tiene claro que él no es un engranaje del sistema que está hecho para ganar dinero para una empresa, llevarse las migajas y estar rodeado de gente sin alma. Este verano ha estado en un circo en veleros tocando el bajo. A Alba le ha parecido un poquito loquito, pero de personalidad extravagante. Eso sí, no se ha asustado al verle comerse el romero porque ella también se lo come.
Al soltero le ha encantado que Alba fuera un poco bruja y jugara con la cuchara que le había regalado a hacer una pócima mágica. Eso sí, cuando ha venido la cuenta ha tenido que tirar de imaginación. Él estaba convencido de que no había que pagar y al ver que sí, le ha dicho que se había dejado el dinero en el abrigo “creo que me vas a tener que invitar” y al ver que no colaba, le ha propuesto “¿Nos hacemos un simpa?”.
A Alba le ha parecido muy divertida la cita pirata que acababa de tener con Nikos y le ha confesado que hacía mucho que no se reía tanto. Incluso, le ha comprado lo de verse otro día en el monte para hacer cosas más divertidas, pero a lo de tener una nueva cita romántica le ha dicho que no.
Kristel y André
Kristel es una mujer coqueta que no siempre va perfecta, pero sí intenta ir conjuntada. Es natural de Perú, pero lleva un año en Barcelona. Dedica todo su tiempo a estudiar, entrenar y trabajar, y no ha conocido a nadie, busca a un compañero de vida que la sume y sobre todo, le haga reír. Sus relaciones no han durado más de un año y suele encontrarse con hombres celosos. André, su cita, es un tipo ordenado y con unas rutinas de vida muy marcadas.
Al verle, Kristel ha sentido que era un auténtico bombón “me lo han sacado de Photoshop”. Se han puesto a hablar de forma muy fluida y ella no ha dudado en pedirle que se arrimara un poquito porque notaba que estaban muy separados. Ya sentados en la mesa, Kristel ha querido saber cuántos años llevaba André entrenado y ha alucinado cuando él ha acertado que ella tenía 28 años.
Le ha notado muy relajado y confiado, y no ha dudado en preguntarle si tenía muchas citas. André se ha reído y le ha dicho que sí, pero que no había tenido una relación de más de seis meses y estaba cansado. Tenía mucho éxito con las mujeres que visitaban la Albufera, pero todas se marchaban.
Los solteros se han atrevido con el Rasca del Amor, pero Kristel no quería contestar porque no sabía si el programa lo iba a ver su familia y le ha pedido a André que respondiera solo él. El soltero le ha confesado que sí le habían pillado practicando sexo en la calle y que le dio igual “continúe, no los conocía”. Además, le ha confesado que es dominante en la cama y que puede dejarse llevar un ratito, pero nada más.
U.S.A.
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