El corazón del cine mundial late cada vez más despacio. Los icónicos estudios de Los Ángeles, símbolo del glamour y la magia de Hollywood, se vacían mientras los rodajes huyen y las cámaras se apagan.
En apenas dos años, más de 40.000 empleos se han desvanecido, los platós trabajan a medio gas y la ciudad que marcó el pulso cultural de Occidente se enfrenta a una contracción histórica sin precedentes.
“Más de 40.000 empleos borrados del mapa: Hollywood enfrenta su peor pesadilla laboral.”
Lo que antaño fue la cuna del entretenimiento global atraviesa una tormenta perfecta: la fuga de producciones hacia destinos con impuestos más bajos, la parálisis provocada por las huelgas de actores y guionistas, y el freno en seco del streaming tras años de gasto sin control.
Los grandes estudios, golpeados por los recortes y el aumento del coste de vida, miran hacia fuera en busca de oxígeno, mientras la industria local se resiente desde los restaurantes hasta los técnicos de rodaje.
“Los platós de Los Ángeles trabajan a menos del 65% de su capacidad: el brillo se apaga en la meca del cine.”
En paralelo, la inteligencia artificial amenaza con borrar aún más puestos creativos, y el liderazgo cultural de Estados Unidos se resquebraja. China, Corea o India llenan cines con producciones propias, y hasta el anime y el fenómeno k-pop marcan tendencia global.
Hollywood, que durante un siglo fue el epicentro de la imaginación mundial, parece hoy un gigante cansado que lucha por no perder su corona. | 
U.S.A.
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