El deseo de disfrutar de una buena fiesta o celebración es algo universal. Sin embargo, lo que no es tan común es la capacidad de organizar eventos desmesurados que cuestan una fortuna, y que a veces llegan a hacerse más famosos que el propio homenajeado.

Uno de estos eventos, que ha pasado a la historia como una de las fiestas más caras de la historia, fue la celebración del 50º cumpleaños del sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah, en 1996. No fue un asunto de un solo día, sino una serie de fiestas y ceremonias que duraron dos semanas. Los festejos, que supuestamente costaron al rico sultán unos 27 millones de dólares, incluyeron una distinguida lista de invitados de alto nivel, como líderes mundiales, miembros de la realeza e incluso el rey del pop, Michael Jackson.
Conocido por llevar una de las vidas con los excesos más extravagantes del planeta, el Sultán de Brunei convirtió a toda su nación en la sede de la fiesta, que tuvo lugar en varios lugares e incluyó una opulenta cena en su palacio de 1.778 habitaciones y un concierto de Michael Jackson al que asistieron 60.000 personas.
El estadio del parque Jerudong, donde tuvo lugar el concierto, fue construido específicamente para el evento y ofrecido al pueblo de Brunéi como regalo del propio sultán.
El colofón de las celebraciones fue una suntuosa cena en la que 3.000 de los invitados más distinguidos del sultán disfrutaron de champán y caviar a raudales y fueron agasajados en un pequeño concierto privado por el propio Rey del Pop.
Según los primeros informes de la web South China Morning Post, posteriormente confirmados por otras webs, el intérprete de 'Thriller' se habría embolsado 17 millones de dólares por su macroconcierto y el posterior concierto privado.

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