Los editores de las cinco películas nominadas este año emplean estilos rítmicos diferentes para transmitir sus mundos extraños y para meterse en la cabeza de sus atribulados protagonistas. Joe Walker es el gran favorito en esta categoría gracias a su complejo trabajo de edición en 'Dune'.
No mires arriba
Hank Corwin

Esta es la tercera colaboración de Corwin con el director Adam McKay y su segunda nominación al Oscar.
Corwin ha trabajado codo con codo con el cineasta en la mesa de montaje y reconoce que a ambos les resultó difícil recortar y descartar las escenas en las que aparecían Meryl Streep, Leonardo DiCaprio o Jonah Hill debido a su maravillosa capacidad de improvisación.
Dune
Joe Walker

Walker es el editor preferido de Villeneuve debido a su capacidad de trabajar con el diseño del sonido y, sobre todo, para crear una relación sofisticada y expresiva entre lo auditivo y lo visual: los ritmos y las conexiones que encuentra dentro de las propias imágenes rodadas por el director.
Esta es su tercera nominación y su cuarta colaboración con Villeneuve (Sicario, La llegada y Blade Runner 2049 son las anteriores).
El método Williams
Pamela Martin

El director Reinaldo Green seleccionó a Martin para el proyecto por su capacidad para crear escenas de tenis, sobradamente demostrada en su trabajo 'La batalla de los sexos'. Unir emocionalmente las escenas del último partido de la película fue todo un desafío para ella.
El poder del perro
Peter Sciberras

Los puntos de vista cambiantes en la película fueron el mayor desafío al que se tuvo que enfrentar Sciberras en la sala de montaje. Cada capítulo enhebraba un nuevo personaje en la historia y había que integrarlo sin perder el enfoque, manteniendo la tensión del filme. El resultado final fue más que satisfactorio.
Tick, Tick... Boom!
Myron Kerstein y Andrew Weisblum

El debut como director de Lin-Manuel Miranda fue todo un desafío para los dos editores,teniendo que navegar con cambios en el género, el ritmo y el estado de ánimo, y con la obligación de mantener el interés del espectador desde los primeros minutos hasta el trágico final de la película.
Como anécdota curiosa, Kernstein y Weisblum se vieron obligados a microeditar cientos de ediciones para sincronizar los labios de los actores con las canciones ya que, por el COVID, éstos no pudieron cantar en voz alta.
Tráilers de las candidatas
Vota tu película favorita
|