Solo los que tienen más de cuarenta años y de pequeño vivían en España recordarán aquellas noches en familia viendo la televisión tan tranquilamente y de repente aparecían los odiosos rombos en la parte superior derecha de la pantalla, que advertían a los padres que el programa que a continuación se iba a emitir no era adecuado para ser visionado por menores y acto seguido nos enviaban de inmediato a la cama sin rechistar.
Su significado detallado
Los míticos rombos tenían diferente significado dependiendo de si aparecía uno o dos: si solo era uno quería decir que la edad mínima para ver el programa eran los 14 años, casi siempre solía ser porque la película o serie contenía actos violentos o lenguaje soez.
Pero cuando eran dos los rombos, entonces el límite de edad mínima para poder visionarlo eran los 18 años. El contenido que no se quería que los menores visionaran era casi siempre alguna escena subida de tono, aunque debemos tener en cuenta que a veces no tenía que ver con el sexo, sino que era más bien algún juego previo o solo un apasionado beso.

Captura de la explicación que daba en sus inicios Televisión Española del significado de los rombos.
El origen de los rombos
Este extraño ‘código de regulación de contenidos por rombos’ fue instaurado por Televisión Española (en aquellos momentos la única que había en el país) desde el 1 de mayo de 1963 bajo el mandato de Roque Pro Alonso, Director General que llevaba algo menos de un año en el cargo y que provenía del mundo militar. En un principio un solo rombo era permitido para espectadores mayores de 16 años, pero poco tiempo se decidió endurecerlo un poco y se bajó la edad de permisividad hasta los 14.
No fue hasta dos décadas después (en 1984) cuando desaparecieron los rombos, siendo José María Calviño el Director General de TVE quien decidió eliminarlos.

Uno de los míticos programas que no se libraba nunca de ser clasificado por los dos rombos.
Las versiones modernas
Con la llegada de las televisiones privadas, en la década de los 90 se decidió poner algún tipo de indicativo similar de advertencia el cual advertía a partir de qué edades estaba recomendado el contenido. Un método que ha ido evolucionando en estos últimos años y que todavía se utiliza a través de unos pequeños círculos o franjas de colores con un número dentro que indica la edad.

El intrincado laberinto que protege a los niños en la televisión de hoy en día.
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