Con apenas dos semanas de anticipación y una promoción mínima limitada a sus redes sociales, "The Official Release Party of a Showgirl" debutó como número uno en Estados Unidos con 33 millones de dólares y otros 13 millones a nivel internacional, alcanzando un total de 46 millones en apenas un fin de semana. Un golpe de autoridad que confirma que, cuando ella mueve ficha, la taquilla se rinde.

“Taylor Swift no necesita Hollywood para llenar salas: ella sola es la taquilla.”
El experimento no es una película tradicional ni un concierto filmado, sino una experiencia híbrida de 89 minutos que fusiona la escucha del disco 'The Life of a Showgirl' con material inédito, un videoclip oficial y escenas íntimas detrás de cámaras. Distribuida por AMC, la cinta se convirtió en el segundo número uno consecutivo en cines para la cantante, tras el histórico éxito de 'The Eras Tour'.

Con entradas fijadas en 12 dólares —un guiño a su duodécimo álbum— y funciones limitadas a un solo fin de semana, Swift volvió a demostrar que su influencia no conoce fronteras ni formatos.
“Cada estreno de Swift es un acontecimiento cultural disfrazado de espectáculo musical.”
El contraste no podría ser mayor para Dwayne Johnson, cuyo drama deportivo "The Smashing Machine" se estrelló en taquilla con apenas 6 millones, la peor apertura de su carrera. Ni el respaldo de A24 ni la dirección de Benny Safdie salvaron un proyecto de 50 millones que aspiraba a premios tras pasar por Venecia y Toronto.

Mientras Leonardo DiCaprio resiste con "Una batalla tras otra", la lección es clara: la música, el cine y hasta la cultura pop se inclinan ante el fenómeno Swift, que vuelve a confirmar su condición de fuerza imparable. |