Hace 7.000 años, los dioses cósmicos conocidos como Celestiales crearon una raza de alienígenas inmortales conocidos como los Eternos, para proteger a la Tierra de sus malvados opuestos, los Desviantes. Cuando los últimos Desviantes son aniquilados, los Eternos se separan, pero un acontecimiento conocido como 'La Emergencia' desencadena una reunión familiar.
Marvel Studios concedió gran importancia en los medios a la contratación de Chloé Zhao para dirigir 'Eternals'. Por el estudio han pasado muchos cineastas de prestigio pero lo cierto es que Marvel es un estudio dirigido por productores. Los directores van cambiando, pero Kevin Feige sigue ahí.
En este caso, Zhao era una directora diferente, sus películas siempre tienen un ritmo muy estudiado centrado más en los personajes que en la narrativa, intentando entender a personajes marginados en la periferia de la sociedad estadounidense. Sin embargo, que el director de fotografía habitual de sus películas, Joshua James Richards, haya sido reemplazado por un habitual de Marvel, Ben Davis, ya constituye un mal síntoma y, una vez que arranca la película, podemos comprobar que Zhao se ha visto constreñida por las convenciones de este tipo de superproducciones.
Quien espere ver una Marvel diferente en este film se llevará una decepción. La única variación apreciable es un incremento en el peso de la ideología woke subyacente en las actuales producciones de Hollywood: un beso y una escena de sexo gay (algo que sorprende después de 25 películas de acción en las que no ha habido ninguna escena sexual), y una mayor diversidad racial: de los 10 eternos, tres son asiáticos, dos son negros y uno es latino.
Por lo demás, si bien los tropos del cine de superhéroes son llevados por Marvel hasta su máxima expresión, su idea de conflicto sigue siendo la de unos personajes que se gritan unos a otros y que lo resuelven todo a base de dispararse luces con los dedos en medio de una gran fanfarria de CGI.
A pesar de ello, es justo reconocer que Eternals es ambiciosa, ya que nos cuenta la historia del Génesis del Universo Marvel: con un arranque al estilo de La Guerra de las Galaxias ya nos dejan claro que no sólo son los héroes más poderosos de la Tierra, sino además piezas importantes en la evolución de la raza humana - "En el principio" puede leerse en el crédito del arranque inicial de la película al más puro estilo del Génesis bíblico -, ayudándola en los puntos de inflexión clave de la civilización y actuando como inspiración para sus mitos. La estructura de la película se mueve entre flashbacks y localizaciones, recorriendo el mundo desde hace 5.000 años hasta la actualidad.
La directora se toma su tiempo en presentar a los protagonistas, dedicando buena parte del metraje (157 minutos, la segunda película más larga del MCU sólo por detrás de 'Vengadores: Endgame') en volver a unir a todo el equipo después de llevar siglos separados.
En el plano actoral merece la pena destacar el personaje de Kingo interpretado por Kumail Nanjiani, un Eterno que emprende una segunda carrera como estrella de Bollywood; su "valet" Karun, interpretado por Harish Patel, que roba todas las escenas en las que aparece; y la Thena de Angelina Jolie, que clava el aspecto regio y distante del personaje. En el lado menos bueno están el Ikaris de Richard Madden, y la Sersi de Gemma Chan, los líderes del grupo, cuyos diálogos genéricos ("Somos un equipo, debemos permanecer juntos") y falta de humor son incapaces de despertar la empatía del espectador.
Sorprende un poco la seriedad de los Eternos en contraste con el humor ligero con que se salpican otras películas de Marvel. También lo es el que no se involucren en momentos de la historia humana en que ocurren genocidios, siguiendo una política de no intervención: ellos sólo se activan para combatir contra los Desviados.
'Eternals' demuestra, quizá de forma definitiva, que quién esté detrás de la cámara de estas superproducciones de Marvel -en las que hasta los elementos más nimios son controlados por la productora- apenas tiene importancia. Y sí, la batalla final tiene la grandeza esperada pero no más que otras producciones de la casa como la misma 'Vengadores: Endgame'. Quizá haya llegado la hora de que Marvel sufra un par de reveses a nivel de taquilla que la obliguen a arriesgarse más y dar mayor libertad creativa a sus artistas.
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