En el último par de días diversas webs de cine se han hecho eco de la supuesta enemistad durante el rodaje de 'El poder del perro' entre dos de sus actores protagonistas, Benedict Cumberbatch y Kirsten Dunst. La animadversión entre ambos habría llegado al punto de no haberse dirigido la palabra durante todo el rodaje salvo cuando había cámaras de por medio.
Todo partió de una noticia publicada en sensacine por Andrea Zamora, en la que se hacía eco de este enfrentamiento, que fue replicada por otras páginas del ramo. La realidad sin embargo es que todo el alboroto mediático obedecía a una estrategia de la producción y los actores se llevaban estupendamente, dentro y fuera del rodaje: durante la grabación Kirsten le llamaba amistosamente por el apodo 'cucumber'.
Los productores de la película temían que les ocurriese algo similar a lo que sufrió Ridley Scott con su película 'El último duelo'. El veterano y prestigioso director de 'Alien' y 'Blade Runner' hizo la semana pasada unas declaraciones en las que culpaba de su estrepitoso fracaso en taquilla - la película apenas recaudó 26 millones de dólares cuando su producción costó más de 100 - a que lo que atrae a los millennials a las salas de cine no es la calidad sino la polémica. Los millennials son los nativos digitales, aquellas personas nacidas entre 1980 y 2000, muy activas en las redes sociales, que según Scott "nunca quieren que les enseñes nada a menos que se lo digas en su teléfono".
El director de 'Blade Runner' considera que la campaña promocional fue buena y que la situación sanitaria no explica la ausencia de público. "Creo que todo se reduce a... Lo que tenemos hoy es a un público que se crió con esos puñeteros teléfonos móviles, los millennials, que nunca quieren que se les enseñe nada a menos que se lo digas en su teléfono".
Los productores de 'El poder del perro' tomaron buena nota de las palabras de Scott y actuaron en consecuencia, publicitando un enfrentamiento fuera de la pantalla que realmente nunca ha existido con el fin de atraer el interés del público consumidor de redes sociales. El propio Cumberbatch reconoció en unas recientes declaraciones que fuera de escena mantiene una excelente relación con Kirsten Dunst y que el malentendido se debía a que era un actor del método, y que en el set necesitaba mantenerse en el personaje durante las horas de filmación (recordemos que los caracteres de ambos están enemistados en la película). |