Raquel es abogada. Es la hija adoptiva de una gran familia de magistrados dominada por Maxime (Michel Bouquet), un fiscal extraño y despiadado. No ha abandonado el mundo del descuido, entre sueños y pesadillas. A menudo se entrega a ensoñaciones extrañas, pero la realidad de este caso va a chocar con su vida. Su primer cliente acaba de suicidarse en prisión. Frente al ataúd de esta mujer. Todo vuelve a ella, la sala de visitas, la escena del crimen, la historia de una vida abusada. Cuando eran niños vivían en el mismo pueblo. Como en un cuento de hadas, la puerta de un castillo los separaba. Se revela la verdad sobre su relación. Rachel debe afrontar sus obsesiones.
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