Nackt

Comedia reflexiva y melancólica (...) La singularidad, el dinero, el amor, las ideas preconcebidas y los espejismos sentimentales marcan las reglas de juego de este entretenimiento agridulce, repleto de referencias a distintas vanguardias cinematográficas, al formalismo del cine japonés o a la comedia del arte. Doris Dörrie busca la originalidad en un esquema universal y atemporal y cae por momentos en bienintencionados e irremediables lugares comunes, incluidos algunos saltos de la interpretación naturalista a la estilización de los diálogos cantados al calor de una sugerente banda sonora. Aún así, la película se deja ver con interés y con agrado, con la ayuda de un reparto eficaz y bien elegido y el impulso de una veterana cineasta que se esfuerza por seguir comprendiendo el mundo por encima de sus cambios coyunturales.