Ballarta sigue en su línea más ácida y política, usando su humor "ñero" como una navaja para rajar el capitalismo y la ideología "woke" con la que no comulga. Se siente como una evolución al incluir temas de la paternidad, que le da un nuevo gancho personal al cinismo. Sin embargo, en la parte de crítica social, a veces se queda muy atascado en el sátira-por-la-sátira, sin el remate de oro que esperas de él. Si te gusta que el stand-up te haga enojar y pensar, este es tu especial. |