Críticas de Springsteen: Deliver Me From Nowhere

Crítica de Springsteen: Deliver Me From Nowhere (2025)
Springsteen: Deliver Me From Nowhere es un biopic musical dirigido por Scott Cooper que se centra en la creación del álbum Nebraska en 1982, una obra íntima, cruda y alejada de la fama masiva que Bruce Springsteen ya comenzaba a experimentar. La película explora los conflictos internos del artista, sus obsesiones, sus fantasmas personales y la transición hacia una expresión artística más minimalista, sin renunciar a la emoción. Nota: 8 sobre 10

Personajes principales
Bruce Springsteen (Jeremy Allen White) el protagonista, enfrentado a sus propias expectativas, a la fama emergente y al peso del pasado familiar
Jon Landau (Jeremy Strong) su manager, quien actúa como contrapunto profesional y soporte emocional mientras Springsteen experimenta con su música
Douglas "Dutch" Springsteen (Stephen Graham) el padre de Bruce, figura conflictiva cuya presencia marca emocionalmente la historia
Adele Springsteen (Gaby Hoffmann) su madre, con relaciones familiares complejas y que aporta la dimensión íntima del hogar
Mike Batlan (Paul Walter Hauser) ingeniero de grabación durante las sesiones de Nebraska, testigo técnico del proceso de creación

Rodaje y producción
El proyecto fue anunciado en marzo de 2024 y la filmación comenzó el 28 de octubre de 2024. Se rodó principalmente en Nueva York y Nueva Jersey, con escenas adicionales en Los Ángeles. Filmaciones relevantes tuvieron lugar en Asbury Park, en Freehold Borough, en Meadowlands, Rockaway y Bayonne en Nueva Jersey. La producción terminó en enero de 2025, específicamente el 11 de enero en Asbury Park.

Curiosidad destacada
Springsteen estuvo involucrado personalmente en el filme: permitió visitas al set, aportó objetos personales, y dio su bendición al proyecto, lo que contribuye a que la película tenga una autenticidad emocional palpable.

Película relacionada
Se puede comparar con Walk the Line por su retrato de artista en crisis creativa, con Control (sobre Ian Curtis) por su tono introspectivo, y con Once por ese enfoque minimalista y emocional en torno a la música y las relaciones personales.