A. O. Scott (The New York Times) | |
Al cabo de un rato la mala iluminación, el montaje sin gracia, los diálogos lentos y las interpretaciones acartonadas comienzan a parecer como señales de autenticidad, como si la película hubiera sido hecha no solamente para y sobre adolescentes, sino por ellos. (...) Dulce, seria y moderadamente simplona historia de amores primerizos. (...) Funciona porque logra ser auténtica, más que especialmente buena. |
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David Rooney (Variety) | |
Un blando romance que sufre de un desarrollo entrecortado, de una sobrecarga dramática y de falta de personalidad. |
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Peter Travers (Rolling Stone) | |
Un folletín completamente plano. (...) un guión trillado, dirigido con una informal y poco ajustada sinceridad |
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Kevin Thomas (Los Angeles Times) | |
Una película para adolescentes más inteligente que la media (...) Atractiva película para jóvenes (...) Algunos momentos parecen verdad, otros parecen artificiales, pero la película en general se sostiene de largo por su intepretaciones principales y por su profundidad. En todo momento gira alrededor de la sensaciones de una chica de 17 años que descubre la realidad de los implacables cambios de la vida diaria. |
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