Crítica de Happyend (2025) Happyend es un drama distópico dirigido por Neo Sora que combina coming-of-age con denuncia sociopolítica. Ambientada en un Tokio cercano al futuro, sigue a dos amigos de secundaria al borde de graduarse cuya broma aparentemente inocente desencadena la instalación de un sistema de vigilancia masiva en su escuela. Desde esa micro-trama se expanden reflexiones sobre identidad, discriminación, control estatal y la urgencia de rebelarse. Nota: 8 sobre 10
Personajes principales Kō (Yukito Hidaka) joven de origen coreano-japonés que siente el peso de no encajar y empieza a cuestionar las normas Yūta (Hayato Kurihara) su mejor amigo, más despreocupado, que se ve arrastrado al conflicto cuando la vigilancia aumenta Ming (Shina Peng) amiga del grupo que aporta la mirada de diversidad cultural Tomu (Arazi) compañero que sufre también la presión del entorno escolar y social Fumi (Kilala Inori) estudiante activista que despierta conciencia crítica en el grupo
Rodaje y producción El rodaje se realizó en Japón, principalmente en localizaciones urbanas de Tokio.
Curiosidad destacada Aunque está ambientada en un futuro cercano, refleja problemas muy actuales como la discriminación hacia minorías nacidas en Japón y la sensación de tener que justificar constantemente la pertenencia a un país en el que se ha vivido toda la vida.
Película relacionada Se puede comparar con The Hate U Give por su activismo juvenil y crítica social, o con Battle Royale en su mirada oscura a la adolescencia bajo un sistema opresivo. |