Críticas de la prensa de OCHO APELLIDOS VASCOS

La peli tiene eso tan subjetivo y delicado que conocemos como gracia. Sí, muchísima gracia

na comedia romántica que funciona bastante bien y tieneuna simpatía gigante que se contagia incluso en los gags que no funcionan.

Película valiente y oportuna, pero sobre todo es divertida. (...) Hay al menos media docena de escenas en las que el público se mondará incluso a costa de sus «principios»

Pese a sus rasgos convencionales, la película está trufada de diálogos inspirados y réplicas brillantes (...) El reparto funciona a pleno rendimiento (...) enredo con agilidad y sentido del ritmo.

Comedia romántica española llena de estereotipos regionales.

Costumbrista hasta lo grotesco, gritona, trillada, simplona y amena.

Algo falla: la desgana con la que parece estar rodada, su impersonalidad y su desarrollo plano que desaprovecha escenas que piden a gritos el desmadre.

Me pareció visible y audible. Simplemente. Me reí en tres o cuatro ocasiones. 

Con un arranque enérgico puntuado por réplicas tan eficaces como feroces, la película va viniéndose abajo por diversos motivos (...) la catástrofe se impone en el tramo final 

Filme del momento y ya veremos si del año, confirma la gracia del humor vasco. 

Una comedia... mala, admitámoslo, pero con la coyuntural virtud de caer donde debe. Se atreve a reír y eso siempre desconcierta. 

Una chispeante farsa costumbrista que supone un soplo de aire fresco en el anquilosado panorama del cine español (...) un bien conjuntado reparto, en el que brilla con luz propia Karra Elejalde 

'Ocho apellidos vascos' no descubre el hilo negro, es una película muy conservadora en su construcción y que persigue el fin de entretener, (...) a pesar de sus puntos débiles gusta al público y, afortunadamente, hace reír. 

'Ocho apellidos vascos' no es un nuevo paradigma de su género, pero es una cinta divertida, diseñada para cultivar un equilibrador desprecio por la diplomacia. 

'Ocho apellidos vascos' funciona como una comedia romántica simple, sin embargo su humor es muy local. 

Una comedia romántica que no se corre ni un pasito del canon, y que como fondo explota extensivamente clichés regionales. 

La historia de amor acompaña, pero hasta allí. En ese sentido, es una comedia del montón, oportuna, que exprime una necesidad. La de la risa de España y Euskadi. 

La película que revolucionó el cine español tiene muy poco de revolucionaria. 

Tiene bastante de humor ramplón, sin matices, básico. Sobre todo cuando abandona las dosis de mordacidad del comienzo y se concentra en la historia de amor en progreso, para desbarrancar sin remedio en un final naif con resolución de telefilm. 

Una película digna y relativamente simpática, un tanto antigua en su concepción y forma. 

Una comedia romántica con unos momentos graciosos y otros para el olvido. 

Es una comedia romántica de enredos, un desarmadero de prejuicios, y una incitación turística.