Un psiquiatra, Charles, ve su carrera y su vida descarrilarse después de negarse a testificar en nombre de un ex paciente que se había vuelto clínicamente violento e inestable, lo que provocó la muerte de varias personas tras un trágico colapso de sus complicaciones mentales. Luego, el paciente afirma que Charles no testificará ante el tribunal ni ante la policía porque el paciente es abiertamente parte de la comunidad LGBT. Además, el paciente afirma que Charles ha pasado recientemente por una conversión religiosa en su identidad personal que ha resultado en una reevaluación totalmente prejuiciosa de la comunidad gay en su conjunto. Charles afirma que el fundamento de estas acusaciones es falso y se debe a un malentendido. Las recriminaciones resultantes ponen en riesgo toda la carrera de Charles y amenazan con poner fin a su práctica de forma permanente.
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