Basada en una novela que sitúa al conocido asesino en serie Andrei Chikatilo en los últimos años de mandato de Joseph Stalin. El guión no sabe manejar con soltura todas las tramas - la narración resulta algo confusa - algo a lo que tampoco ayuda la puesta en escena de Daniel Espinosa. Una pena que el estupendo elenco de actores con que cuenta el filme no haya sido aprovechado. Resulta especialmente decepcionante el psicópata interpretado por Paddy Considine, cuya presencia en el relato no pasa de anecdótica. Una película que en manos de otro director y con un mejor guionista podría haber sido muy buena. |