En pleno revival cinematográfico del género, Quentin Tarantino hace su personal aportación con el que quizá sea su mejor trabajo hasta la fecha en este western claustrofóbico, en la línea de 'la diligencia' de John Ford. Una serie de personajes, de los que desconocemos su naturaleza bondadosa o malvada, quedan encerrados. Sus motivaciones ocultas irán descubriéndose poco a poco. En el elenco se lucen actores ya conocidos del universo tarantiniano - Tim Roth, Michael Madsen o Samuel L. Jackson - y del resto destaca el nunca suficientemente valorado Kurt Russell. Una realización muy estilizada, una magistral banda sonora del maestro Morricone, un prodigioso uso del scope - pese a ser un film rodado mayoritariamente en interiores -, los habituales recuros marca de la casa - flashbacks, monólogos impagables, escenas desmadradas... - hacen que esta sea una película que no debes perderte. Obra maestra.