La peor de las tres entregas que hemos visto hasta ahora. A la apabullante pobreza formal - calmado en momentos de acción e inquieto en los de calma - a la que nos somete el director Robert Schwentke, hay que añadir el paupérrimo acabado de la producción - hay varios efectos especiales que dan el cante -. Lo más interesante - el mundo tras la muralla - apenas se desarrolla, mientras que se dedica excesivo metraje a lo más anodino - la poco creíble relación entre David y Tris -. Los nuevos personajes resultan muy planos por poco trabajados y la definición de los antiguos apenas gana algún matiz nuevo. A pesar de todo lo comentado la cinta resulta entretenida; eso sí, no va a convertirse en ningún referente del género fantástico. |