Este filme es un híbrido fruto de la fusión y remontaje de los dos largometrajes estrenados en el Festival de Toronto en 2013 y, como tal, ha perdido parte de su frescura y encanto: cada película narraba la ruptura desde el punto de vista de cada miembro de la pareja. Una película bastante emotiva sobre dos personas que se aman pero que son incapaces de convivir juntos. Lo mejor de la película son las verosímiles interpretaciones de los protagonistas, especialmente de la atractiva Jessica Chastain, capaz de desenvolverse en cualquier registro según convenga. Sin ser una gran película está por encima de la mayoría del cine norteamericano actual de género romántico. |