Guy Ritchie es un director al que le gusta explorar la naturaleza de lo británico en sus filmes: lo mismo transforma a Sherlock Holmes en un detective peleón que ofrece una particular mirada de los espías británicos al estilo 007 (Operación Uncle). Aquí se dedica a ofrecer su particular visión de otro mito británico, Camelot. Contra todo pronóstico, la elección de Charlie Hunnam como protagonista consigue elevar el resultado final por encima de lo esperado. Otra cosa interesante en medio de estos tiempos de corrección política es la misoginia indisimulada del director, con un limitadísimo papel de las mujeres en sus filmes en general y en este en particular. Otra de las constantes del cine de Ritchie, el humor, se encuentra también presente en el filme. ¡Ah! Y que no falte una briosa banda sonora cargada de brioso electro-folk. En el debe hay que anotar que los efectos visuales no son nada del otro jueves. Una divertida (y olvidable) diversión palomitera de aventuras. |