Partiendo de una premisa disparatada, introducir muertos vivientes en la novela de Jane Austin, ‘Orgullo + Prejuicio + Zombis’ no se acaba de decidir entre ser un relato romántico o una comedia de terror y termina convirtiéndose en una aburrida tontería. Incluso en los momentos en que el guión da rienda suelta a la locura el enfoque resulta demasiado contenido cuando una tendencia hacia lo gamberro hubiera sido lo deseable. Una pena porque en el apartado técnico han realizado un buen trabajo de ambientación y de diseño de los zombis. Tampoco ayuda la escasa química entre Sam Riley y Lily James, algo preocupante cuando constituyen el eje romántico del filme. Un filme que se vuelve repetitivo demasiado pronto y que acaba convirtiéndose en una tontería. |