El filme nos presenta a un músico fracasado que comienza a ejercer como vigilante en un internado para huérfanos. Clément es una persona humilde y amable que cree en la educación de los críos a través de la música y rechaza cualquier castigo físico. Y así descubre a Pierre Morhange, un niño de voz privilegiada en torno al que girará la trama. El tierno guión de la película la hace adecuada para ver en familia, algunos de sus personajes resultan adorables (el pequeño Pépinot) y la banda sonora, firmada por Bruno Coulais, es excelente. Con todo, las actuaciones de los niños son mejorables, lo mismo que los diálogos de la película. Película tierna y entretenida para disfrutar en familia. |