El director de ‘Fast & Furious’ Justin Lin toma el relevo de JJ Abrams en esta tercera película de la franquicia y su mano se nota en lo acelerado del filme: Lin opta por un ritmo muy vivo en el que apenas hay alguna pausa una vez se van precipitando los acontecimientos. Sin ser defectuosos, sus planos de acción resultan un poco acelerados. El guión de Simon Pegg (Scotty en el filme) apuesta por regresar a las raíces de la saga, mezclando de forma solvente ciencia ficción, humor y aventuras. El gran pero es el villano, que no resulta para nada memorable y no pasa de ser un enemigo de la semana más en una serie de televisión de la saga. Lo más interesante es la buena química entre todos los integrantes del reparto con momentos memorables entre los personajes de Kirk y Spock. Un buen espectáculo visual, con una historia en la que prima la diversión y el humor sobre el desarrollo de personajes, aunque algo inferior a las anteriores entregas firmadas por JJ Abrams. |