En su sexto largometraje, la mítica compañía de animación Aardman hace debutar a uno de sus personajes más queridos y famosos (nada menos que un centenar de cortos televisivos a sus espaldas) en la gran pantalla. Y el resultado es una aventura notable y apta para el disfrute de todos los miembros de la familia. Lo que nos encontramos nos resultará conocido: un humor sencillo pero efectivo, un ritmo muy vivo y un estilo de animación muy peculiar con una obsesiva atención al detalle. Hay que destacar cómo la ausencia de diálogos no hace que se resienta el interés de la película gracias en parte a un humor que entronca con el del clásico cine mudo. Una aventura entrañable a la par que divertida. |