Narra la historia de unos prisioneros alemanes, prácticamente unos niños, enviados a trabajar a las playas de Dinamarca para retirar las minas colocadas por su ejército. La unidad trabaja vigilada por un férreo sargento danés y su estancia sólo acabará con la muerte o la finalización de un trabajo casi imposible. La mayoría no tiene idea de cómo hacer el trabajo y debe aprender de forma cruel. Con momentos de gran tensión a lo largo de su metraje, hay un macabro suspense con la certeza de que, en cualquier momento, alguna mina estallará. A lo largo del metraje se supura un revanchismo que hace empatizsar con estos niños-soldado del Tercer Reich a los que se les ordenó hacer cosas indescriptibles. Un estudio tremendo sobre la brutalidad de la guerra que hace aflorar las peores emociones humanas.