Nuevo remake del original de William A. Wellman que se basa principalmente en la versión de 1976 y que consigue ofrecernos un musical de primer nivel. Esta cinta supone el debut como director del también protagonista Bradley Cooper, que nos sorprende con una trabajada puesta en escena y unos personajes muy trabajados que reflejan perfectamente su situación emocional en cada escena. Cooper dirige con maestría la historia hacia donde le interesa y los dos personajes protagonistas nos transmiten en todo momento las emociones por las que van pasando. Lady Gaga resulta ser toda una revelación en su faceta como actriz. Una gran película que sabe adaptar una historia ya conocida haciendo que rebose de frescura y emoción. |