Se trata de un thriller ambientado en la frontera entre Estados Unidos y Nuevo México sobre el mundo de los cárteles de la droga. Con un ritmo pausado pero fluido, su novel director quebequés se emplea con energía para atrapar al espectador. Pese a transitar por territorios ya explorados por la excelente 'Traffic' (Steven Soderbergh, 2000) intenta no caer en los arquetipos y situaciones previsibles de este subgénero cinematográfico. Y en ello tiene buena parte de culpa el excelente guión de Taylor Sheridan, que trata al público como si fuera inteligente planteando una historia que precisa de la atención constante del espectador que en ningún momento consigue anticipar lo que sucederá a continuación. Los personajes están muy bien definidos gracias a unos excelentes diálogos aunque el personaje de Benicio del Toro se come la pantalla cada vez que aparece en escena. Únase a ello la presencia de la siempre estimulante actriz británica Emily Blunt y la narrativa de una claridad meridiana por parte de Denis Villeneuve, y podemos decir que nos encontramos con una magistral cinta de cine de acción. Una obra maestra de un joven director que habrá que seguir de ahora en adelante.