Una película sorprendente y mágica, como las de antes pero al mismo tiempo moderna e hija de su tiempo. La nostalgia, el romance y la magia son únicos y ante nuestros ojos funciona como el retrato de una generación que sueña pero que lo da todo por perdido. Su trama no tiene nada de nueva: la clásica historia de chica conoce a chico pasada por el filtro de las referencias al musical del Hollywood dorado, creando una extraña ensoñación en la que magia y realidad se entremezclan. Pero luchar por cumplir los sueños puede llegar a significar perder otras cosas que te hacen feliz. Los personajes de Emma Stone y Ryan Gosling se enamoran y nos enamoran a nosotros en la pantalla, viviendo un auténtico amor de película con el brillo de las viejas estrellas de la meca del cine. Un cuento de hadas de nuestro tiempo cuyas imágenes y canciones pasarán al imaginario colectivo. Raro será que no salga victoriosa en los próximos Oscars.