Nominada al Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa, 'El hijo de Saúl' se sale de lo convencional del género al optar por el uso del formato de pantalla 'cuadrado' (1,33:1) y los planos cerrados para crear una rara intimidad que nos ayude a entender la odisea que vive su protagonista en un campo de concentración. Aún sin contarnos nada realmente nuevo, la película resulta devastadora y de extrema dureza aunque sin caer nunca en lo gratuito. Un filme sobrecogedor y nada cómodo de ver cuya apuesta formal quizá no sirva para conectar con todos los espectadores. |