Esta película es una maravilla, algo casi sorprendente teniendo en cuenta la decadencia en la que había caído pixar en sus últimos filmes (de los que sólo se salva la estimable 'Del revés'). El filme cuenta una historia original con un extraordinario sentido de la aventura y usando las mejores armas de pixar para hacer saltar las lágrimas del espectador. Inspirándose en la festividad mexicana del Día de los Muertos, nos narra el viaje de autodescubrimiento de un niño que siente pasión por la música en una familia que siente hostilidad hacia ella. La ligereza inicial del relato va evolucionando según el protagonista va descubriendo cosas. El filme funciona como un mecanismo de relojería, sin tiempos muertos ni un momento de respiro pero sin tampoco convertirse en un correcalles. Aunque en todo momento prima la diversión también hay momentos emotivos. Sobresaliente resulta el colorido mundo de los muertos creado por Pixar. Para rematar el conjunto, resta decir que la música de Michael Giacchino es maravillosa. Una película de animación que lo tiene todo: obra maestra.