Un drama íntimo con toques de thriller en el que Schwarzenegger da vida a un sencillo hombre que trabaja en la construcción, casado y con una hija que está a punto de convertirle en abuelo. Felicidad laminada por un desastre aéreo producido por el despiste de un controlador aéreo. La interpretación de Arnold es lo mejor de este drama falto de interés y, mientras que la primera parte del filme, que nos muestra el vacío en el que caen los dos antagonistas tras el accidente, resulta correcta, la segunda, más orientada al thriller, no consigue que empaticemos con ningún personaje, abusando de tópicos y clichés. Aburrida. |